“He visto que te vas a gastar 25 ó 35 millones de euros… Viene en el periódico. Menos mal que tenéis dinero, que suerte tenéis. Nosotros no tenemos un puto duro”, espetaba Esperanza Aguirre a Alberto Ruiz-Gallardón durante la inauguración de un centro de innovación del BBVA. Corría el mes de julio. Unas estrecheces que no se compadecen con el desembolso histórico efectuado por la presidenta de la Comunidad de Madrid para sufragar Telemadrid. Y es que desde que accedió al cargo en 2003, la dirigente popular ha sacado de las arcas públicas casi 740 millones para compensar las pérdidas anuales generadas por la cadena autonómica y garantizar su supervivencia. Una evolución que avalaría su privatización.
Los últimos cuatro años han sido especialmente duros. Telemadrid perdió 102,54 millones en 2007; el agujero alcanzó los 96,41 millones en 2008; se disparó hasta los 117,5 millones en 2009, y el año pasado el saldo negativo también estuvo por encima de los cien millones (102,35). En los últimos ocho ejercicios, la cadena pública ha acumulado pérdidas por valor de 692,26 millones de euros, lo que ha obligado a la Comunidad a entregar al Ente Público Radio Televisión Madrid–ya sea mediante simples aportaciones con cargo a presupuestos o ampliaciones de capital- la friolera de 738,52 millones. Se trata de un montante que arroja una media de 92,31 millones cada doce meses.
De hecho, una empresa normal estaría cada año en situación de quiebra. Así lo reflejan las cuentas del pasado ejercicio, presentadas a mediados de junio. “Como consecuencia de las pérdidas incurridas en 2010 de 102.352.871 euros, el patrimonio neto de la sociedad a 31 de diciembre de 2010 resulta negativo en un importe de 85.768.116 euros y consecuentemente, inferior a la mitad de la cifra de capital social, por lo que (…) está en causa de disolución”, rezan. Un escenario que obliga a intervenir a la Comunidad para equilibrar los fondos de la empresa. “En cumplimiento de su compromiso de apoyo financiero, el Administrador Único ha propuesto al Accionista Único la realización de una aportación para compensación de pérdidas (…) de 103.100.000 euros”. La situación, con diferentes cuantías, se repite cada ejercicio.
KPMG también cuestiona en su auditoría el valor de los activos no financieros y existencias de la sociedad, al no haber estimado ésta deterioro alguno de los mismos pese a las pérdidas. Telemadrid se confía aquí al rescate de Aguirre. “Aunque durante el ejercicio 2009 la sociedad generó pérdidas significativas que pudieran ser indicativas de la existencia de deterioro de valor de dichos activos, no realizó un cálculo de sus valores recuperables o de realización de acuerdo con lo requerido por el marco normativo de información financiera (…), al considerar que su accionista único le aportaría los fondos necesarios que le permitirían continuar con su actividad”, subrayan las cuentas.
Daniel Toledo
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