Tras cuatro años de trabajos de restauración, el Real Coliseo de San Lorenzo de El Escorial se reabrirá mañana al público con el concierto “Delicadas piezas para una celebración”. Es el teatro cubierto más antiguo que se conserva en España y el único de Corte que todavía está en uso.
Fue Carlos III quien encargó al arquitecto francés Jaime Marquet que diseñara un teatro para la diversión de la Corte ilustrada. Se puso en marcha en 1771 pero pocos años después, entre 1792 y 1793, fue mejorado por Juan Villanueva.
Su situación es inmejorable, está en la calle de Floridablanca, junto al Monasterio. En su origen estaba comunicado con las Casas de Oficios por un pórtico de acceso que atravesaba la calle hasta el Palacio. Actualmente ya no existe este pasadizo por el que el monarca y su corte pasaban sin pisar la calle.
A partir de ahora se especializará en el pequeño formato y muy especialmente en la música de cámara. Se prevé que se interpreten una media de cien espectáculos anuales y acogerá distintos festivales de la Comunidad de Madrid, como el de Otoño en Primavera, Madrid en Danza o Suma Flamenca.
El Real Coliseo Carlos III fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Monumento en 1995. Esta joya del barroco del S. XVIII, diseñado al estilo de los teatros franceses y napolitanos, está gestionado por la Comunidad de Madrid desde hace veinticinco años.
Sin embargo, en toda su historia ha tenido distintas utilidades. Sirvió de acuartelamiento de las tropas francesas en la Guerra de la Independencia. En 1855 pasó a formar parte del Estado y a principios del S. XX renació de la mano de los Hermanos Álvarez Quintero, Arniches, Muñoz Seca o Jacinto Benavente.
La guerra civil obligó a que se suspendiera su actividad y tras ella abrió como sala de cine. A partir de ese momento entra en una fase de claro deterioro hasta que en los años setenta es comprado por iniciativa privada quien lo restaura y en 1979 es galardonado con el Premio Nacional de Restauración.
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