Justo cuando se cumplen 100 días de la toma de posesión de Ana Botella como alcaldesa de Madrid, la revista alemana 'Der Spiegel' publica un análisis de su perfil en el que no sale muy bien parada: "España está desesperada tratando de reducir sus deudas. Mientras el presidente conservador Mariano Rajoy lo está haciendo a nivel nacional, Ana Botella lo esquiva en Madrid, la ciudad más endeudada de España".
La revista alemana recuerda los "humildes" orígenes de Ana Botella en política, su no tan humilde despacho, hace hincapié en su escasa preparación y algunos de sus derroches como alcaldesa de la capital. Al artículo de Spielgel sumamos otras perlas diálecticas de la "alcaldesa por sorpresa".
La publicación germana señala que el despacho de Botella es 'más grande que el Despacho Oval de la Casa Blanca', y cuenta, basándose en un artículo de El Confidencial que tiene a su servicio a un mayordomo, 'cuyo único deber es servir el café para ella y para sus invitados'.
Recuerda que la alcaldesa no fue elegida para el cargo democráticamente, sino que heredó el cargo de su predecesory hace hincapié en que la mujer del ex presidente de Gobierno José María Aznar sólo desempeñó el cargo de concejal durante ocho años antes de llegar a ser alcaldesa, siendo su último cometido el medio ambiente.
Recalcan además su 'catolicismo devoto', su estilismo, vestidos confeccionados para ella con pocas joyas, y sus discursos preparados anti-metapatas.
La declaración más polémica de la actual alcaldesa se produjo cuando aseguró, allá por 2005, que 'las manzanas no son peras. Si se suman una manzana y una pera nunca puede dar dos manzanas', cargando contra la ley del matrimonio homosexual, que por aquél entonces se estaba tramitando en el Congreso.
Siendo ya alcaldesa y no habiendo transcurrido ni un par de meses de su nombramiento, Botella propuso cubrir los servicios públicos con personal voluntario. En un país con casi seis millones de parados, las declaraciones de la alcaldesa no sentaron muy bien.
'Las posibilidades son múltiples, queremos voluntarios medioambientales, culturales, que de alguna manera se organicen para cuidar los centros públicos', manifestó, a la vez que reconocía que, en cambio, hay otros ámbitos, como la limpieza, en los que no se ha planteado esta iniciativa.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid no puede recurrir al reclutamiento de voluntarios para cubrir las tareas que deberían realizar los funcionarios en los servicios públicos. Lo dice la ley, y concretamente la Ley 6/1996, de 15 de enero, del Voluntariado, que prohíbe expresamente que un ciudadano realice cualquier labor en lugar de otro trabajador que realizase el mismo trabajo de forma remunerada.
Cuando hace un año los periodistas preguntaron a Ana Botella por por la excesiva polución de la capital, la futura alcaldesa, por entonces delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, respondió: 'El paro asfixia más'. No contenta, unos meses después dijo: 'Yo no veo esa boina de la que hablan. Madrid es la tercera ciudad con mejor calidad del aire', dijo cuando le preguntaron ante la evidente capa de polución que cubría el cielo de la capital. Una vez reconocida la excesiva polución en Madrid, Botella aseguró que no era nociva para la salud de los ciudadanos.
En 2010 y ante las denuncias por la suciedad de las calles madrileñas, la delegada de Medio Ambiente afirmó que los mendigos eran 'una dificultad añadida' a la limpieza de las calles. Dos años antes, la concejal de Medio Ambiente visitaba el distrito de Vallecas para presumir del Plan de Limpieza Integral del distrito. Ante los reproches de una inmigrante a dicho plan por ser excesivamente caro, Botella le dió a la mujer su particular lección de la limpiez: 'Yo no sé si ustedes tienen costumbre, nosotros sí. Se hace una cosa que nosotros llamamos limpiezas generales y se hace todo a la vez'.
Cuando aún era la primera dama del país, la actual alcaldesa de Madrid se refirió en 2003 a la violencia de género citando a la Cenicienta: 'La Cenicienta es un ejemplo para nuestra vida por los valores que representa. Recibe los malos tratos sin rechistar, busca consuelo en el recuerdo de su madre'.
Un año antes, cuando el Prestige se hundió frente a las costas gallegas provocando un gran desastre ecológico, el cruze de acusaciones buscando responsabilidades políticas era aún mayor, pero Botella siempre lo tuvo claro, ella sabía quién era el culpable: 'En la catástrofe del Prestige sólo hay un culpable: el barco'.
Un año antes, cuando el Prestige se hundió frente a las costas gallegas provocando un gran desastre ecológico, el cruze de acusaciones buscando responsabilidades políticas era aún mayor, pero Botella siempre lo tuvo claro, ella sabía quién era el culpable: 'En la catástrofe del Prestige sólo hay un culpable: el barco'.
Botella presentó en 2009 un libro de cuentos escrito por ella misma en el que adoctrinaba sobre el aborto o laigualdad. En uno de los cuentos, El conejito burlón, aseguraba que las reivindicaciones a favor de la igualdad de la mujer hoy 'ya son innecesarias'.
La prueba de fuego de Ana Botella será convertir Madrid en ciudad olímpica. Su antecesor, Alberto Ruiz-Gallardón, presentó el pasado mes de julio el tercer intento de Madrid para hacerse con unos Juegos Olímpicos, tras la derrota de la candidatura de 2012 y 2016, llamando al compromiso de rebajar 'al menos' a la mitad el coste respecto a los intentos anteriores y de no invertir ni un euro en infraestructuras (según dijo, el 78% ya están listas). La decisión final del Comité Olímpico Internacional se dará a conocer el 7 de septiembre de 2013 en Buenos Aires.
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