Un nuevo mecanismo de rechazo a las Instrucciones de Principio de Curso aumenta un grado la presión sobre la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. El rechazo a las Programaciones Generales Anuales (PGA) por parte de Claustros y Consejos Escolares empieza a ser una constante en todos los centros.
Según nuestras fuentes consultadas, son ya muchos los centros que no han aprobado las PGA y este hecho amenaza con bloquear administrativamente las tristemente famosas Instrucciones. No contaban con que el rechazo a las Instrucciones no es testimonial, sino absolutamente efectivo y muestra la desaprobación generalizada de la actuación de la Consejería. En este rechazo hay un grado de unanimidad mayor que en las acciones de huelga. Incluso hay noticias de que la muy minoritaria Asociación Profesional de Directores (impulsada en su día por el Área Territorial de Madrid Capital afín a la Consejería) también está disconforme con esas Instrucciones de Principio de Curso.
Estas Programaciones Generales Anuales tienen que contar con la aprobación de los claustros en los aspectos académicos y del Consejo Escolar de Centro en su conjunto. Esta actuación pone en un nuevo compromiso a la Inspección, que debe informar estas Programaciones y devolverlas a los centros. Es un documento obligatorio y regula la organización y funcionamiento de los centros dentro de su autonomía. A los Consejos Escolares se les presentan documentos en los que se ha eliminado casi toda actividad que no sean las clases lectivas.
Es una de las medidas de presión más efectivas que se han llevado a cabo porque se juega en su terreno, y es de lo poco sobre lo que se pide opinión formal a los centros. Su estrategia a partir de ahora puede ser intentar desgastar a los Claustros convocándolos a horas intempestivas para que la gente lo acabe aprobando por cansancio. Pero lo cierto es que si se llega Navidad con las PGAs sin aprobar, tendrán un problema, porque querrá decir que todo lo que se hace se está improvisando.
Dos aspectos importantes a tener en cuenta:
a) La PGA no se puede aprobar por partes, porque administrativamente es un documento único que incluye otros, como el DOC (documento de organización del centro y estadísticas).
b) En la Ley de Procedimiento Administrativo queda claro que no es obligatorio motivar el voto desfavorable. En todo caso, bastará el informe desfavorable de todo el Claustro con un escueto: “Las Instrucciones de principio de curso suponen un marco organizativo que no permite, a criterio de este Claustro, alcanzar los objetivos pedagógicos, desarrollar el Plan de Atención a la Diversidad o desarrollar las actividades complementarias y extraescolares previstas. Por todo ello, se informa desfavorablemente (o bien “se acuerda no aprobar”, si se trata del Consejo Escolar) la PGA presentada por el equipo directivo del Centro”.
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