El sindicato de técnicos de Hacienda denuncia que la rebaja fiscal de la Comunidad de Madrid apenas beneficiará a las rentas más bajas.
El ahorro en la factura fiscal será 100 veces más elevado para los madrileños que ganen más de 600.000 euros que para aquellos que ingresan menos de 17.000.
Una reforma fiscal para 'millonarios'. Eso es lo que el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) considera que ha hecho el Gobierno de la Comunidad de Madrid con su anunciada rebaja del Impuesto sobre la Renta para 2014.
Al contrario de lo que se ha hecho en otras comunidades autónomas como Cantabria, Extremadura o Galicia, que han decidido concentrar la rebaja fiscal en los tramos más inferiores de renta (por debajo de los 17.000 euros), en el caso de la Comunidad de Madrid sólo el 10% del ahorro fiscal que obtendrán los ciudadanos beneficiará a los ciudadanos con rentas más bajas.
Si superamos las grandes cifras y nos fijamos en el ahorro medio que obtendrán los distintos tramos de renta con la rebaja de IRPF, el desequilibrio se hace ya abismal.
Siempre en virtud de los cálculos realizados por Gestha, los madrileños con menores ingresos apenas notarán el impacto de la rebaja fiscal ideada por el Ejecutivo de Ignacio González.
Los cerca de medio millón de madrileños que declaran ingresos que les sitúan por debajo del mileurismo apenas obtendrían un ahorro de nueve euros en su Declaración de la Renta con el nuevo marco previsto por la Comunidad de Madrid.
A los mileuristas (unos 600.000) las cosas nos les irán mucho mejor. El ahorro medio que obtendrán con la reforma fiscal estará en el entorno de los 30 euros.
La cosa mejora según se escala en la pirámide salarial: ahorro de 67 euros para los rendimientos netos (salario bruto menos cotizaciones y reducción por rendimiento del trabajo) de entre 17.000 y 30.000 euros; de 120 euros para los que están entre 30.000 y 60.000; de 268 euros para los que se mueven cómodamente en un nivel de renta entre 60.000 y 120.000 euros; y de 720 euros para los que pueden presumir de declarar unas rentas de entre 120.000 y 600.000 euros.
Aunque los que de verdad pueden felicitarse de que la Comunidad de Madrid haya decidido bajar los impuestos por igual a todos y cada uno de los madrileños son los 2.700 contribuyentes que declaran rentas anuales superiores a los 600.000 euros, es decir, los 'millonarios' de los tiempos del euro.
Según los cálculos de los técnicos de Hacienda, los contribuyentes situados en este tramo de renta se beneficiarán de un ahorro fiscal de 3.209 euros, casi cinco veces más que el anterior tramo de renta y cien veces más que los ciudadanos con menor nivel de ingresos.
Y no es la única ventaja que los más pudientes se encontrarán en el marco fiscal madrileño, según Gestha. "Madrid es la única comunidad autónoma que no exige a las grandes fortunas el pago del Impuesto de Patrimonio perdiendo con ello 300 millones de euros anuales".
Menos impuestos y menos Estado del Bienestar
A nadie le gusta que le suban los impuestos y a todos nos gusta que nos los bajen. Es la reacción primaria, pero ante el impacto brutal de la crisis, el desmantelamiento de la clase media y los recortes brutales en sanidad, educación o dependencia, cabe plantearse otro debate: ¿qué es mejor, bajar impuestos o mantenerlos para que no se despidan profesores, médicos, se supriman becas de comedor o se acabe con la ayuda a la dependencia?. Desde luego desde un punto de vista socialdemócrata no es compatible bajar impuestos mientras no se articulan políticas de ayuda a los más castigados por la crisis y mientras se empobrecen los recursos de la sanidad y la educación públicas. Sin embargo lo que sí se pude plantear es un nuevo modelo fiscal más redistributivo y más justo, porque a estas alturas es de sobra evidente que el IRPF es un impuesto sobre las nóminas y es la clase media la que soporta la mayor parte de los impuestos.
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Estas cifras suponen que, de los 226,7 millones de euros que la Comunidad de Madrid dejará de ingresar por reducir la tarifa autonómica del impuesto, 202,3 millones irán a parar a los que ganan más de 17.707 euros. Sin embargo, el grueso de la medida (32,6%) beneficia a las rentas por encima de los 60.000 euros, que apenas representan el 6,8% del total, datos que cuestionan el principio constitucional de equidad que debe inspirar el sistema tributario español.