Los ejemplos de austeridad de nuestros políticos nos impresionan día a día. En un municipio ahogado por las deudas de una herencia faraónica, la Alcaldesa no duda en disponer de 500.000 euros para sus servidores personales y su gabinete está más nutrido que el de los ministros del Gobierno.
La Alcaldesa de Madrid debe mover tantos asuntos que necesita un jefe de secretaría, un adjunto al jefe de secretaría, dos apoyos a cada uno de los anteriores más una secretaria adicional, dos conductores y cuatro secretarias particulares. Con tanta secretaria no hay quien mantenga un secreto.
De todos ellos, sólo las cuatro secretarias particulares son funcionarias. El resto son digitales o eventuales, que viene a ser lo mismo.
Como los funcionarios han ganado su plaza y estarían en un puesto u otro al servicio del Ayuntamiento, centrémonos en los otros siete.
El Jefe de Secretaría percibe 70.511,16 euros, su adjunto 42.776,88 euros y su apoyo 36.389,88 euros. Además hay otro apoyo secretaría que percibe 27.674,64 euros más la secretaria de la alcaldesa que percibe 33.039,72 euros. Cada uno de los dos conductores a su servicio se lleva 43.187,64, pues deben tener un preparación específica para sortear los radares y cámaras repartidos por doquier en la geografía urbana.
Sumando funcionarios, digitales y sus cargas sociales, nos da una suma superior al medio millón de euros. Si sumamos el sueldo de la misma Alcaldesa, tendremos entonces más de cien millones de las antiguas pesetas de coste. ¿Cuánta basura hay que cobrar a 200 euros de promedio para pagar semejante cuantía? Haciendo un cálculo somero, la Alcaldesa y su perfecta agenda consumen la basura de unos 3.000 vecinos. Desde las macrocifras que maneja el Ayuntamiento de Madrid a la Alcaldesa le parecerá el chocolate del loro, aunque a los madrileños podrían parecerles demasiados loros para tan poco chocolate.
He aquí otro ejemplo de que la austeridad siempre se les exige a los demás, pero raramente se la aplican los políticos.