Eso que llaman crisis volvió a sacar ayer a los ciudadanos a la calle. En Madrid, brazos en alto, caminando desde Cuatro Caminos a Plaza de Castilla, protestaron por la enésima paradoja de lo que los dirigentes defienden como inevitable: no hay dinero para educación, sanidad ni pensiones, pero se van a destinar 23.000 millones de euros de las arcas públicas a rescatar de sus excesos a Bankia. Vendrán otros. Europa le presta a España hasta 100.000 millones para que se sanee el ladrillo del balance de su sistema financiero mientras exige que se recorten salarios, se suba el IVA, se reduzcan los derechos sociales… En resumen, se empobrezca al ciudadano, que será quien devuelva con impuestos lo prestado para salvar a la banca.
Las cifras de lo que está ocurriendo son claras. La banca está quebrada pero la culpa no está en el ciudadano. La morosidad de las familias hipotecadas no llega al 3% del crédito concedido, en cambio la de los promotores inmobiliarios y constructoras supera con creces el 20%. Sin embargo, mientras se renegocia la deuda de estos últimos una y otra vez, desde 2007 se han producido cerca de 350.000 ejecuciones hipotecarias, familias desalojadas de sus casas que, en muchos casos, siguen teniendo una deuda con el banco porque la ley permite a este adjudicarse la vivienda al 60% del valor al que la tasó en su día. Luego, eso sí, la vende al precio que quiere.
En los años de bonanza, bancos y cajas prestaban tanto y con tantas facilidades que se quedaron sin dinero que prestar. Las cajas de ahorros, que no podían salir a pedirlo a la bolsa, empezaron a captar capital de sus propios clientes para prestárselo a otros a través de un instrumento llamado participaciones preferentes que no tenía fecha de caducidad pero que se colocaba con el señuelo de unos altos intereses fijos. Con la crisis se dejaron de pagar los intereses y ahora los clientes, muchos de ellos engañados desde las sucursales, no pueden recuperar su dinero. Bankia, ya transformada en banco, canjeó 1.000 millones de preferentes por acciones que, al descubrirse el falseo de las cuentas, han perdido también la mayoría de su valor. Aún quedan 3.000 millones atrapados.
Por todo esto salió el sábado Madrid a la calle. A pedir la dación en pago retroactiva (cancelación de la deuda de los desahuciados), la paralización de los desahucios, la transformación de los inmuebles de Bankia en viviendas de alquiler social y una auditoría de su deuda ahora que la entidad va a ser rescatada con dinero público. Y fueron a pedírselo a su casa, a la sede.
Porque si se nacionaliza Bankia, es que es de todos.
Porque si se salva con dinero público, es que ahora los ciudadanos son banqueros.
Sin embargo, detrás de Bankia hay mucho más que una entidad quebrada que se va a nacionalizar. Es la defensa del sistema establecido lo que está en juego y por eso Madrid salió a la calle ayer a celebrar lo que los convocantes llamaron El día de la Bestia. El día del enfrentamiento a Bankia y su rescate y a mucho más.
Una protesta contra el sistema dual establecido, polarizado entre los rescatados ricos y los rescatadores cada vez más pobres.
Evidentemente no lo van a poner fácil. Tienen un ejército a su servicio (al que, por cierto, le van a volver a bajar el sueldo por orden del FMI, la CE y el BCE) que no va a permitir la resistencia. Pronto ni siquiera la pasiva.
Esta imagen tuvo lugar ayer. En Madrid. Policías, es decir, hombres armados, inmovilizaron de forma violenta a un manifestante desarmado junto a la Torre Kio, sede de Bankia. Ante centenares de ojos se lo llevaron detenido a un furgón en el lateral del edificio al que no permitieron que se acercase a 20 metros ni la prensa. “El detenido se pone nervioso si se acercan”, argumentaron. Querían dejarle tranquilo. Como a todos.
Declaraciones de un manifestante antes de ser detenido y agredido por los funcionarios de policía.
LA POLICÍA ME DETUVO Y ME TORTURÓ
El día 16 de junio de 2012, en la manifestación de protesta contra Bankia, fui detenido por la policía.
Mi intención en dicha manifestación fue, al igual que en otras, la de reportero gráfico independiente, con el fin de filmar posibles disturbios para posteriormente colgarlos en mi canal de Youtube Pulandraku2. Aunque con la que esta cayendo, también participo en las protestas coreando las consignas que se sueltan desde los megáfonos, como entiendo que no podía ser de otra manera, dado el magnánime cabreo social generalizado por el expolio nacional al que nos vemos sometidos.
Me encontraba junto a la torre de Bankia en primera fila para poder filmar la manifestación, cuando divisé un tumulto de gente agitada, hacia el que se dirigen multitud de periodistas y antidisturbios, con lo que rápidamente reaccioné corriendo hacia tal sitio en busca de la noticia.
Todo sucedió muy rápido y no se muy bien en ese instante que sucedió, pero según los agentes, me salté el cordón policial para filmar (detrás de ese cordón habían decenas de periodistas) cuando de repente se abalanzaron contra mi varios antidisturbios, a lo que mi respuesta, cual instinto animal siendo presa, fue el de zafarme al sentir peligrar mi integridad física, todo sucedió muy rápido y no tuve tiempo de pensar, solo pensaba instintivamente en una cosa, huir del peligro y de la mas que probable paliza a la que por desgracia estamos acostumbrados a ver en todas las manifestaciones últimamente.
Seguidamente unos siete agentes se abalanzaron sobre mi y me tiraron al suelo, no lo recuerdo muy bien, en ese momento lo único que quería era que me dejaran respirar, por que me estaban ahogando y retorciendo el cuerpo por todos los lados y al igual que en la otra situación, fue algo instintivo, con todas mis fuerzas intente que no me quitaran mi cámara de video, pero de nada sirvió, por que al final me la quitaron y me esposaron.
Por cierto, nadie sabe nada de mi cámara. Supongo que algún policía se la quedo, por no decir, me la robo.
ENTONCES FUE CUANDO ME TORTURARON
Hasta aquí nada fuera de lo relativamente normal, una detención como cualquier otra en una manifestación, lo peor vino cuando me metieron en el furgón policial, me llamaron decenas de veces hijo de puta, cabrón y demás perlas, mientras me retorcían las manos esposadas contra los grilletes sumamente apretados, me pegaban puñetazos en el hígado, mientras estampaban con todas sus fuerzas mi cara contra el sillón del furgón con el cuello retorcido, estuve apunto de ahogarme en varia ocasiones, no podía mas, fue un infierno, al final un compañero le dijo "córtate que hay muchas cámaras" entonces cesaron un poco las torturas a las que me vi sometido.
Al rato, me sacaron del furgón, para llevarme dentro de Bankia por la puerta de atrás, en ese transcurso, mientras estaba a la vista de manifestantes y periodistas no paso nada, pero al entrar en Bankia, mientras me llevaban a empujones por las escaleras hacia el garaje, comenzaron otra vez a insultarme, retorcerme las manos contra los grilletes, pegarme puñetazos sobretodo en el hígado y demás aberraciones propias de un régimen fascista, por si no fuera poco, una vez en el garaje a la espera de un coche patrulla que me llevara a al centro de información de Moratalaz, me estamparon contra la pared y totalmente atónito, escuche como un policía le decía a otro algo así como "prepárate que te voy a dar un par de hostias con la porra" supongo que seria para dejarle señales de violencia, para que pudieran denunciarme por haberles pegado o algo así.
Supongo que estarán pensando lo mismo que yo, una total y absoluta vergüenza, que jamas hubiera pensado que viviría en una democracia.
Por lo demás, tengo que decir, que después de todo el sufrimiento y humillación padecido, en el centro de información de Moratalaz, el trato fue totalmente correcto.
El domingo dia 17 a las 12:30 me dejaron en libertad, a la espera de que el juez me llame a declarar y no se muy bien de que me acusan, puesto que estaba sumamente aturdido, mareado y dolorido por todos los lados de mi cuerpo, pero creo que me acusan de desobediencia, atentado a la autoridad y no se que otra cosa mas.
Lo mas triste de todo, es que casi con total seguridad, la tortura a la que fui sometido, quedara una vez mas impune.
Este vídeo es una respuesta al vídeo Si te pega es maltrato, denúncialo... pero ¿Quién denuncia a los funcionarios de policía?.