'Financial Times' asegura que "planea un programa de privatizaciones de miles de millones de euros" que incluye agua y suburbano
¿Está el Gobierno de Esperanza Aguirre preparando la privatización del metro ahora que tiene el 100% de su gestión? Al temor expresado por oposición y sindicatos desde que el Ayuntamiento de la capital cediera a la Comunidad de Madrid sus acciones en la empresa pública, se ha sumado hoy un artículo en el diario Financial Times, que más allá y titula Madrid prepara una ola de privatizaciones.
El diario económico sostiene que, "con el fin de aliviar su espiral de deuda", el Gobierno regional "planea calladamente un programa de privatizaciones de miles de millones de euros" que empieza por la ya conocida salida a Bolsa del Canal de Isabel II y que también afectará a Metro de Madrid, ya sea mediante una venta parcial o un sistema de concesión. Desde la Consejería de Transportes del Ejecutivo regional han negado este extremo de forma tajante a primera hora de la mañana, informa Pilar Álvarez, y la propia Aguirre ha respondido horas después así: "Mire, el Canal de Isabel II sí, lo demás no". No ha hecho más declaraciones al respecto durante su visita a una empresa conservera.
En su información, FT recuerda que la capital es la más endeudada de las grandes ciudades de España y afirma que espera vender su participación minoritaria en el Canal en el verano y "también ha comenzado a explorar la privatización de la red de metro, una de las 10 más extensas del mundo". La venta del Canal de Isabel II, que está valorada en entre 3.000 y 3.500 millones de euros, "se encuentra mucho más avanzada, "mientras que los planes para el metro "se están discutiendo". Según este diario, las conversaciones se producen "a alto nivel entre las Administraciones regionales y municipales", sin que "la decisión final" esté todavía adoptada.
El diario económico, que tilda de "vergüenza" para el nuevo Gobierno conservador la deuda de Madrid, enmarca estas privatizaciones en otras planteadas en la última fase del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, como la venta de Lotería Nacional o de las torres de los aeropuertos de Madrid y Barcelona, desechadas por las turbulencias de los mercados y por la oposición política interna y que los banqueros esperan que se reactive en unos seis meses".
FT, que no cita en su información lo que Metro recibe en subvenciones públicas, explica que Metro facturó 1.100 millones en 2009, unos beneficios que se espera que suban a 2.000 millones tras "una subida de tarifas" que da por hecho y que sitúa en "la mitad de año". Metro, siempre según este rotativo salmón, "ha recibido una inversión significativa en los últimos años, y es visto por algunos políticos y los banqueros" que no cita "como un candidato ideal para una privatización" ya sea parcial o bien "una concesión para operar el servicio durante varias décadas".
En todo caso, siempre según el mismo periódico, los planes se encuentran en una fase inicial y se buscan otras fuentes de financiación, ya que tanto Comunidad como Ayuntamiento son "conscientes" del coste político que supondría no ya subir las tarifas, sino privatizar Metro.
Los primeros pasos de la Comunidad de Madrid tras quedarse con todo el poder en Metro fue ejercerlo con la menor réplica externa posible. El pasado 16 de enero, Metro constituyó su nuevo Consejo de Administración, que pasó de 16 a siete miembros al excluir a los representantes de los viajeros, los sindicatos los miembro del Estado (normalmente un representante del Ministerio de Fomento) que se sentaban en la mesa de este organismo. Al día siguiente, y dado el revuelo causado, Aguirre anunció que el Consejo de Administración de Metro cambiará su composición "con toda probabilidad" para incluirlos, cosa que aún no se ha producido.
Previamente, el día 2, se anunció un plan de ahorro que contempla suprimir el arrendamiento de oficinas y sacar a subasta locales propios que estén en desuso, así como concentrar la mayoría de sus servicios y personal en las instalaciones que tiene en el distrito de San Blas de la capital. También incluye la disminución de casi un 50% de la estructura de la dirección de la empresa. Estas son algunas de las medidas que recoge un plan cuyo ahorro en euros no ha cuantificado y que "no tiene nada que ver" con una posible privatización a futuro de la empresa, ni tampoco supondrá una merma en la seguridad y en la calidad del servicio, según garantizó el consejero delegado de Metro de Madrid, Ignacio González Velayos.