La Jesús Maestro, con 10.000 alumnos, pierde profesores y horas de clase - Muchos aún no saben su horario - Los docentes temen por las lenguas minoritarias
El curso está a punto de empezar, pero centenares de alumnos de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) Jesús Maestro, la mayor de España, aún no saben a qué hora van a poder ir a sus clases de alemán, inglés o italiano. Pese a que 2.500 de ellos se matricularon del curso siguiente antes del verano, por haber aprobado el anterior en junio, ahora se encuentran con que el horario que eligieron ya no está garantizado. Las escuelas oficiales de idiomas no han escapado al desbarajuste que han provocado los recortes educativos de la Comunidad de Madrid. Con un agravante: en la Jesús Maestro, con 10.000 alumnos divididos en 450 grupos a cargo de 130 profesores, los problemas se magnifican. "Reorganizar las clases es como hacer un sudoku enorme", aseguran desde la Asociación de Profesores de Escuelas de Idiomas de Madrid (APEOIM).
La escuela, igual que sucede en colegios e institutos de toda la región, pierde profesores este año. Pese a que hay un 20% más de alumnos que quieren estudiar idiomas en alguno de los 35 centros de la región, las plantillas se recortan un 12%. Mientras tanto, a apenas tres semanas de que se llenen las aulas, la Jesús Maestro ha tenido que suspender durante unos días el proceso de matriculación, para el que ya va con retraso, y ahora alerta desde su página web de que los horarios de decenas de clases han sido modificados. Los alumnos afectados "deben ponerse en contacto urgentemente" con la escuela, reza un aviso en letras rojas.
El curso pasado, 129 docentes se encargaban de impartir los 22 idiomas que ofrece la Jesús Maestro. En lo que llevamos de verano, las cifras no han dejado de bailar. La Consejería de Educación asignó inicialmente un cupo de 114,5 (la fracción significa un docente a media jornada), pero la escuela se plantó. Con esos medios, la enseñanza de todas las lenguas y todos los niveles era imposible, argumentó. Educación asignó entonces 116 profesores. "Esto suponía que, a 1 de septiembre, la EOI Jesús Maestro no podía garantizar su oferta horaria ni a los alumnos ya matriculados ni a los miles que quedan por matricular. En estas condiciones, el equipo directivo no podía asegurar el gobierno de este centro, y así se lo hizo saber en una carta a la Consejería de Educación a finales de julio", relata un portavoz de la APEOIM.
A preguntas de EL PAÍS, la Consejería de Educación asegura que finalmente serán 120,5 y que "la EOI Jesús Maestro tendrá este curso los mismos grupos y alumnos en los 17 idiomas minoritarios que imparte: catalán, euskera, gallego, chino, japonés, portugués, árabe, danés, finés, griego, irlandés, neerlandés, rumano, húngaro, polaco, ruso y sueco". Sus responsables, sin embargo, tienen dudas. La enseñanza y la certificación de los idiomas minoritarios, avisan, está en peligro. Y muchas de esas lenguas solo se enseñan en este centro.
La plantilla de profesores publicada en el Boletín Oficial para este curso prevé un solo profesor para los departamentos de catalán, euskera, danés y neerlandés, cuando en la misma plantilla del año pasado eran dos. Es materialmente imposible que un solo docente imparta los seis niveles de un idioma, por lo que Educación tiene que contratar interinos. Asegura que lo hará.
Además de la incertidumbre de los horarios y el caos que ha supuesto reorganizar una escuela de 10.000 alumnos, el recorte tendrá una consecuencia práctica inmediata: los estudiantes recibirán menos horas de clase. De 4,5 a la semana se pasa a cuatro, lo que quiere decir que será imposible llegar a las 120 horas lectivas anuales de las que consta un nivel según la propia normativa de la Consejería de Educación (Orden 3661/2007). Hasta ahora los alumnos tenían dos clases de dos horas a la semana, más un viernes al mes. Este curso se elimina la clase del viernes. "Se reduce la preparación que los alumnos tendrán este año, pagando las mismas tasas por menos servicio", se queja Ion Elberdin, uno de los representantes de los alumnos en el Consejo Escolar del centro.
La Consejería de Educación ha ofrecido explicaciones contradictorias sobre esta cuestión. Primero negó que se vayan a impartir cuatro horas, pero un fax enviado por Planificación y Organización Educativa de Centros Públicos el 13 de julio a las escuelas da estas instrucciones: "Se recuerda que la organización de los horarios para los alumnos de cursos de duración anual de EEOOII será de cuatro horas lectivas semanales de clase". Ayer un portavoz reconoció que es cierto que se impartirán cuatro horas, pero aseguró que las escuelas podrán llegar a las 120 horas anuales "si se respeta el calendario de clases". La escuela ha solicitado recuperar los viernes (es decir, hacer 4,5 horas semanales) para conseguirlo. Aún no ha recibido respuesta.
"Acoso y derribo" a las escuelas oficiales
Las 35 escuelas oficiales de idiomas de la región sobreviven con presupuestos ajustadísimos que apenas dan para cubrir el material más básico y hacer las reformas más imprescindibles, según la asociación de directores. La Comunidad de Madrid ha tomado decisiones en los últimos años que, denuncian, suponen un "acoso y derribo" a la enseñanza pública de lenguas, que se engloba dentro de las de régimen especial. Las escuelas son como una isla en el mar de las academias de idiomas privadas: ofrecen una enseñanza pública, de calidad -los profesores lo son por oposición- y a precios populares: la matrícula para el próximo curso cuesta unos 120 euros.
El curso pasado, la Consejería de Educación subió las tasas de las escuelas de idiomas hasta un 200%, un alza que afectó a 46.000 alumnos. Los cursos de perfeccionamiento cuatrimestrales pasaron de costar 180 a 240 o 420 euros, según el tipo, y presentarse por libre a los exámenes subió un 70% respecto al curso anterior. Las clases "de perfil profesional" (inglés comercial, jurídico, sanitario, para el turismo...) pasaron de tres euros por hora de clase a siete. La subida de tasas osciló entre el 12% (apertura de expediente, que pasó de 16,83 euros a 19) y el 216% que se incrementó la prueba de nivel para determinar en qué curso debe matricularse el alumno. De 6 euros a 19. Alumnos y profesores se movilizaron contra la "subida desorbitada" recogiendo firmas clase a clase.
Las escuelas de idiomas, además, luchan para recuperar una de sus bazas: la certificación del nivel más alto posible de una lengua. Después de una reforma que adaptó las enseñanzas a la legislación europea, las escuelas se encontraron con que su título ya no equivalía al máximo nivel de competencia reconocido oficialmente. Si antes, con cinco cursos, un alumno conseguía el certificado de aptitud, la competencia más alta posible, ahora con cinco o seis años (depende de cada comunidad) solo se alcanza un nivel intermedio alto. Directores, profesores y alumnos piden poder certificar el nivel más alto, el C.
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