La que fuera sede del Ayuntamiento de Madrid desde 1693 está casi muerta. Ya sólo quedan algunos de los funcionarios que trabajaron allí durante años. Desde la decisión del alcalde Alberto Ruiz Gallardón de trasladarse al Palacio de Cibeles, la Casa de la Villa ha perdido todo su esplendor.
Sin embargo, desde el Consistorio se plantea un proyecto para rehabilitar el edificio y reabrirlo como museo. La idea es que el visitante recorra a través de tapices, cuadros, visitas guiadas y presentaciones multimedia, la vida y obras de los distintos regidores de la ciudad, desde Francisco Luján hasta Ruiz Gallardón.
La actuación principal consistirá en demoler el llamado patio de los cristales. El objetivo es que este edificio, obra de Juan Gómez de Mora, recupere su estructura de claustro original, un diseño gemelo al del Palacio de Santa Cruz, sede actual del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Otra de las intenciones es abrir los arcos cegados de la primera planta y demoler los compartimentos que existieron en su momento, convirtiéndolo en dependencias diáfanas. Con ello se conseguirá que el visitante disfrute de las vidrieras del taller francés de Maumejean que ahora techan el patio de cristales.
Por su parte, el salón de plenos se mantendrá prácticamente igual, salvo el graderío de butacas. Y por último, se intentará dar un mejor uso a la plaza trasera, flanqueada por la calle Madrid y la calle de la Traviesa. Se barajan varias opciones que van desde ofertas culturales a gastronómicas.
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