En Madrid no hay playa. Lo sabemos y lo asumimos (con orgullo incluso). Pero tenemos una región llena de embalses y piscinas para chapotear y librarnos del calor. Y de piscinas naturales. En Rascafría está la que es seguramente la más popular de la comunidad: Las Presillas. Una generosa extensión verde (verde de verdad, césped por doquier) donde tumbarse a descansar, con unas enormes piscinas regadas por la fesquita agua del Río Lozoya, y todo rematado con el agradable clima de la Sierra. Hay aseos, mesas, kioskos y, como decimos, perfectas extensiones de césped. Además, las presillas tienen diferentes profundidades para que todos puedan disfrutar.
Las Presillas se encuentran en un paraje tan espectacular!!!, el buen día lo tienes asegurado. El agua fría es algo que muchos no se esperan pero que al rato es una gozada. Y las vistas del Macizo de Peñalara son increíbles. Es un lugar especial para pasar un buen día en la naturaleza alejados de la gran ciudad.
Las Presillas están en el pueblo de Rascafría, y para llegar hasta ellas hay que recorrer unos 90 kilómetros. Es una distancia, pero merece la pena. En este enlace podéis ver cómo se llega en coche y autobus. El horario es de 9 a 21 horas y la entrada es gratuita. El parking privado, eso sí, son 5 euro por vehículo.