Las empresas competirán con sus ofertas por la facturación que ofrecerá la atención sanitaria de más de un millón de madrileños
La privatización de seis hospitales madrileños abre un negocio de más de 400 millones de euros para las empresas del sector por la atención sanitaria de más de un millón de ciudadanos. Cuando en septiembre de 2008 el entonces consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, realizó una exposición en el Hotel Ritz de la capital acerca de las infraestructuras sanitarias de la región la tituló “Oportunidades de negocio”. El auditorio era una selección de empresarios del sector de la sanidad. Entonces se planteaban cuatro hospitales totalmente externalizados. Durante el año próximo, el negocio crecerá a costa de la privatización de seis hospitales cuya actividad médica pasará de la gestión pública a manos de empresas privadas.
El negocio no es pequeño. Con esta transformación del sistema, compañías como Capio Sanidad, Ribera Salud, Sanitas, USP-Quirón, DKV, Asisa (todas ellas presentes en centros públicos con gestión privada en España) ven ampliado a golpe de decisión política su mercado potencial. En la Comunidad de Madrid ya existen hospitales dirigidos enteramente por empresas. El consejero de Sanidad madrileño, Javier Fernández Lasquetty, ha contado que el precio por habitante que pagan las arcas públicas en estos sistemas es de 441 euros. Sin embargo, el convenio que rige en Torrrejón de Ardoz recoge un pago de 571 por habitante y año. En todo caso, con la cifra escogida por el Gobierno de Ignacio González, se abre un negocio de, aproximadamente, 497 millones de euros al año.
El convenio capitativo multiplica la población asignada al centro hospitalario por un precio anual (luego se le resta los tratamientos que alguno de esos pacientes haya recibido en otros centros). Así, actualmente, el hospital Infanta Leonor de Vallecas en la capital tiene asignados 325.000 vecinos (143 millones), el Infanta Sofia de San Sebastián de los Reyes 300.000 (132 millones), el Infanta Cristina de Parla 120.000 (52 millones), el del Tajo en Aranjuez 65.000 (28 millones), el del Sureste 150.000 (66 millones) y el del Henares en Coslada 170.000 (74,9 millones), siempre aplicando el dato de pago medio.
A ese festín de facturación sólo pueden aspirar empresas con “reconocida solvencia” en la materia como se encargó de recordar el consejero al explicar su nuevo modelo sanitario. En España operan en hospitales públicos diversas compañías como Capio Sanidad (que factura unos 500 millones al año), Ribera Salud -que facturó 380 millones en 2011, el doble que un año antes y reconoció un EBIDTA de 38 millones, también dos veces más-. Estas dos corporaciones gestionan ya hospitales en Madrid. Otras empresas: Sanitas que es la accionista mayoritaria en el valenciano hospital de Manises, DKV, presente en Denia (ambas unidas con Ribera Salud).
Los presupuestos de la Comunidad Madrid incorporan otras buenas noticias para el sector privado en la sanidad pública. Así, otro hospital que funciona por concesión, la Fundación Jiménez Díaz, verá modificado su convenio para asimilarlo a los que se acaban de anunciar (llamado capitativo). Lo dirige Capio y recibió la población del distrito madrileño de Moncloa tras el traslado del hospital Puerta de Hierro desde esa zona a otra población (Majadahonda). Son 116.000 vecinos.
El negocio no es pequeño. Con esta transformación del sistema, compañías como Capio Sanidad, Ribera Salud, Sanitas, USP-Quirón, DKV, Asisa (todas ellas presentes en centros públicos con gestión privada en España) ven ampliado a golpe de decisión política su mercado potencial. En la Comunidad de Madrid ya existen hospitales dirigidos enteramente por empresas. El consejero de Sanidad madrileño, Javier Fernández Lasquetty, ha contado que el precio por habitante que pagan las arcas públicas en estos sistemas es de 441 euros. Sin embargo, el convenio que rige en Torrrejón de Ardoz recoge un pago de 571 por habitante y año. En todo caso, con la cifra escogida por el Gobierno de Ignacio González, se abre un negocio de, aproximadamente, 497 millones de euros al año.
El convenio capitativo multiplica la población asignada al centro hospitalario por un precio anual (luego se le resta los tratamientos que alguno de esos pacientes haya recibido en otros centros). Así, actualmente, el hospital Infanta Leonor de Vallecas en la capital tiene asignados 325.000 vecinos (143 millones), el Infanta Sofia de San Sebastián de los Reyes 300.000 (132 millones), el Infanta Cristina de Parla 120.000 (52 millones), el del Tajo en Aranjuez 65.000 (28 millones), el del Sureste 150.000 (66 millones) y el del Henares en Coslada 170.000 (74,9 millones), siempre aplicando el dato de pago medio.
A ese festín de facturación sólo pueden aspirar empresas con “reconocida solvencia” en la materia como se encargó de recordar el consejero al explicar su nuevo modelo sanitario. En España operan en hospitales públicos diversas compañías como Capio Sanidad (que factura unos 500 millones al año), Ribera Salud -que facturó 380 millones en 2011, el doble que un año antes y reconoció un EBIDTA de 38 millones, también dos veces más-. Estas dos corporaciones gestionan ya hospitales en Madrid. Otras empresas: Sanitas que es la accionista mayoritaria en el valenciano hospital de Manises, DKV, presente en Denia (ambas unidas con Ribera Salud).
Los presupuestos de la Comunidad Madrid incorporan otras buenas noticias para el sector privado en la sanidad pública. Así, otro hospital que funciona por concesión, la Fundación Jiménez Díaz, verá modificado su convenio para asimilarlo a los que se acaban de anunciar (llamado capitativo). Lo dirige Capio y recibió la población del distrito madrileño de Moncloa tras el traslado del hospital Puerta de Hierro desde esa zona a otra población (Majadahonda). Son 116.000 vecinos.