El diputado de Izquierda Unida en el Congreso, Gaspar Llamazares, inscribe dentro de la normalidad la nueva iniciativa que la Coordinadora 25-S ha convocado para este martes ante la Cámara Baja, ha avanzado que los compañeros de su grupo parlamentario volverán a salir a la calle para departir con los manifestantes y ha acusado a la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, de pretender "convertir una protesta social en un problema de orden público".
En declaraciones en los pasillos del Congreso, Llamazares ha señalado que, al imponer una sanción de 6.000 euros al ciudadano que pidió autorización para las concentraciones que tuvieron lugar el pasado 25 de septiembre, la Delegación del Gobierno disuade a los ciudadanos de pedir permiso para convocar nuevas protestas.
"Se está perdiendo una fórmula para regular las movilizaciones. La Delegación del Gobierno parece estar destinadas a crear conflicto y a transformar lo que es una protesta social en un problema de orden público", ha lamentado.
LAS PROTESTAS SON UN ACICATE
En cualquier caso, Llamazares ha insistido en que no le "preocupa demasiado" lo que pueden plantear los ciudadanos porque sus demandas "forman parte de la realidad social". "Lo raro sería que con la crisis económica y social que estamos viviendo no hubiera movilización", ha dicho, antes de apuntar que él concibe esas protestas como "un acicate para hacer las cosas mejor y recuperar la relación entre el Congreso y los problemas de los ciudadanos" que actualmente "está rota".
En este punto, ha confirmado que, al igual que ya hicieron el 25 de septiembre los integrantes de su grupo parlamentario volverán a salir del Congreso para sumarse a la protesta. "No vemos ninguna contradicción entre trabajar en lo que nos corresponde representándoles en el Congreso y hablar con ellos fuera", ha apuntado, agregando que si diputados alemanes han tenido encuentros con representantes del 15M por qué no van a poder ellos hacer lo mismo.