Varias organizaciones crean la Plataforma Eurovegas No para denunciar las mentiras del proyecto. Explican que el complejo se financiará con dinero público.
El megaproyecto Eurovegas se instalará en terrenos de la Comunidad de Madrid. Desde principios de año, la Administración y la compañía de casinos del Eurovegas, Las Vegas Sands Corp. (LVSC), llevaban negociando la instalación de un complejo de turismo, ocio y juego de varios cientos de hectáreas en el Estado español. Entre las exigencias que la transnacional trasmitió en su momento a las Administraciones españolas hay desde cambios en la legislación (por ejemplo, la Ley de Extranjería, la Ley Antitabaco, la Ley de prevención del blanqueo de capitales, el Estatuto de los trabajadores, la Ley autonómica del juego, etc.), hasta exenciones dinerarias (sobre varios impuestos, avales públicos, etc.). Los argumentos que se han esgrimido a favor de Eurovegas apuntan a que será una inversión privada millonaria que generará muchos puestos de trabajo. Pero poco se ha dicho de las consecuencias y el impacto real que tendrá el macrocasino Eurovegas.
RECHAZO AL EUROVEGAS
Desde el primer momento, diversos movimientos y organizaciones sociales se constituyeron en la Plataforma Eurovegas No para mostrar su rechazo al proyecto, con la elaboración de varios informes, que han valorado los impactos sociales, económicos, legales y ambientales del macroproyecto y que piden no ceder al chantaje del argumento del empleo.
Según la Plataforma Eurovegas No el proyecto se financiará con dinero público. Un estudio llevado a cabo por las organizaciones que se oponen al complejo de ocio explica que será necesario destinar más de 2.000 millones de euros a la construcción de infraestructuras, principalmente de transporte: AVE, Metro y carreteras.
Si, además, se cumplen las supuestas bonificaciones y exenciones exigidas por la multinacional en materia fiscal, “no sólo los ingresos fiscales serían muy reducidos sino que la concesión de dichas exigencias supondría la violación del principio constitucional de equidad fiscal”, explica Sol Sánchez, miembro de la Plataforma Eurovegas No. Este escenario se agravará si, en la primera fase del proyecto, en la que está prevista la construcción de cuatro hoteles y dos casinos, la empresa no considerara suficientemente rentable el negocio y lo abandona. Esto provocaría un perjuicio mucho mayor para la economía de la región.
Según estima la plataforma, el conjunto de inversiones públicas, la exención de tasas sobre el juego –que superará los 870 millones– y otros 35 millones de euros de las deducciones en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, entre otros costes no valorados por falta de información, superan con creces los 1.861 millones de euros que recaudarían las arcas públicas.
En cuanto a la financiación de Eurovegas, LVSC ya ha anunciado que en el primer tramo, el único asegurado, sólo financiará entre el 25 y el 35% del proyecto. “La inversión multimillonaria no alcanzará los tan anunciados 17.000 millones de euros, como mucho serán 2.000 millones. El resto del dinero lo financiará la banca”, explica la economista María Fernández. A pesar de que la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, declarase que no habría “ni un euro de dinero público”, no conviene olvidar los 258.000 millones de euros de avales públicos del Estado español a la banca privada aprobados para 2012, ni los avales e inyecciones directas al sector desde 2008.
EL ARGUMENTO DEL EMPLEO
La hipotética creación de empleo es el argumento más utilizado por los defensores de Eurovegas. Se prometen 260.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos. “No es posible que la cantidad de puestos de trabajo que se creen en el macrocomplejo sea ocho veces la de LVSC en todo el mundo”, comenta la sindicalista y arquitecta Ana Sanz, y añade que “no sólo el continuo baile de cifras anunciadas pone en cuestión esa cantidad, sino que además no se está teniendo en cuenta la destrucción de empleo que Eurovegas va a generar en otros centros de ocio de la región”. Además, Sanz señala que “el modus operandi de la multinacional LVSC en sus otros complejos, donde están prohibidos los sindicatos, pone en duda la calidad de los empleos y nos hace pensar en precariedad y pérdida de derechos laborales”. Además, una parte sustancial del trabajo se generaría sólo en la fase de construcción, lo que significa puestos de trabajo temporales.
Según el informe medioambiental elaborado por la Plataforma Eurovegas No, en comparación con los modelos de LVSC en China y Singapur, “el proyecto es una iniciativa insostenible para el territorio madrileño, donde los impactos ambientales serían más graves e irreversibles”. Por un lado, se va a modificar e incumplir la normativa urbanística actual en la Comunidad, por otra parte, habrá una pérdida de suelo público. A todo esto hay que sumar la contaminación atmosférica y el aumento de las emisiones de CO2.
Las organizaciones que integran la plataforma también explican que el complejo de ocio Eurovegas supondrá un despilfarro de recursos, como por ejemplo, la demanda de electricidad, que será similar a la de una ciudad como Zaragoza y un consumo de agua equivalente al de una población de 70.000 habitantes”. Denuncian también que en el proceso de negociación entre los poderes públicos y la empresa se está vulnerando constantemente el derecho de acceso a la información pública y se preguntan “si realmente existe voluntad de rendir cuentas, de hacer transparente el funcionamiento de los poderes públicos. Eurovegas responde a intereses particulares minoritarios frente a los intereses de la población”, concluye la plataforma.
BIENVENIDA AL MULTIMILLONARIO ADELSON
Las Vegas Sands Corp., propiedad del magnate Sheldon Adelson tiene tres investigaciones abiertas en EE UU. Las causas se refieren a delitos como ocultación de documentos, soborno a políticos, blanqueo de capital derivado de corrupción política y tráfico de drogas e incluso incitación a la prostitución en sus negocios en Macao (China), donde se le atribuyen conexiones con mafias de este último país. Adelson, fundador y principal accionista de la empresa, ha centrado sus esfuerzos en apoyar la campaña del Partido Republicano en las próximas elecciones de EE UU.
Primero apoyó al ala más conservadora, y ahora al candidato Romney, que junto con Adelson, se han pronunciado contra un Estado palestino. Una de las características de Adelson es su estrecha relación con el sionismo más radical: es miembro fundador de los principales lobbies judíos de Estados Unidos e íntimo amigo del primer ministro de Israel, Nethanyahu. Durante la guerra de Iraq varios medios se hicieron eco de su financiación a favor de la guerra y ahora estaría dispuesto a financiar una guerra con Irán y dar dinero para eso a Israel y al candidato republicano de EE UU.