Abandona el Gobierno regional, su escaño y, en breve, la Presidencia del PP de
Madrid. Le comunicó la noticia a Rajoy poco antes de anunciarlo a la prensa.
Rozando las lágrimas, destaca que ha sido una decisión "durísima" y señala
a Ignacio González como sucesor
El brindis de la esperanza. Como si fuera nochevieja, cientos de personas se reunieron en la Puerta del Sol el pasado día 17 de septiembre por la tarde, para celebrar la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Si no es por motivos de salud, yo me alegro profundamente, pues creo que su gestión no solo ha sido nefasta para la Comunidad de Madrid, sino que sus decires y por tanto creencias han sido la más alta expresión de la España más retrógrada. Es lista, pero no se le recuerda ni un apunte hacia lo socialmente justo. Ha sido un foco continuo de enfrentamiento con todo lo que signifique avance, y su interpretación de la Constitución española fue, en mi opinión, cicatera y deleznable. Fue compendio de un populismo fascistoide, usó del nepotismo descaradamente, ha mentido de modo permanente, hasta en las cifras de déficit, fue la expresión del capitalismo más agreste – el anuncio de la privatización del metro y del agua son muestrecilla -, financió sin límite una televisión tendenciosa, manipuladora y en ruina, se hartó de nombrar a dedo, como últimamente los profesores de inglés, despreció a los sindicatos hasta las humillaciones más burdas y groseras, políticamente se vistió de desvergüenza, de ambición y de escasa cultura, incapaz de pulirla, no tiene más ideología que la del poder, se aprovechó del pucherazo, representó a su clase social aristocrática y distinguida, fue moderna figura del caciquismo español, dañó a los débiles y clases menos próximas a ella, nos dejó el regalo ‘edificante’, según su amigo Rouco, de Eurovegas, que, si se confirma, esperemos no sea un pufo que tengamos que pagar todos nosotros, fue paternalista, chulapa en La Florida, en su famoso viaje a India huyó por pies y calcetines dejando tirados a varios acompañante debajo de la cama, fue desleal con el que no tiene poder, machacó la sanidad, la educación, a los inmigrantes, a los abogados de oficio, se aprovechó de la debilidad de la gente anulándolos con su zarpa terrible e implacable. Aguirre representa la vuelta a la España que dejamos atrás hace 40 años.
Unos datos interesantes.