La Plaza de Isabel II estrena imagen desde que el pasado jueves la inaugurara el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. Ahora luce más para el viandante, cuenta con un 78 por ciento de superficie peatonal, un nuevo pavimento, bancos de madera y decenas de árboles.
También está de estreno la “angosta” y “tortuosa” estación de Metro de Ópera que se abrió por primera vez en 1925. La nueva estación es más cómoda gracias a sus anchos pasillos y a los accesos para minusválidos. Todo ello permitirá a sus 25 millones de usuarios ahorrar medio millón de horas al año, una inversión que disfrutará, principalmente, el viajero.
Pero lo que más nos ha interesado a nosotros, desde el punto de vista histórico, es la apertura del museo subterráneo que alberga dicha estación, el “mayor museo arqueológico bajo tierra”, según ha señalado la Comunidad de Madrid, de 200 metros cuadrados.
Tras unas enormes mamparas, todos los madrileños podrán contemplar de manera gratuita los vestigios arqueológicos de los siglos XVI y XVII que aparecieron en ese mismo lugar. Se trata de la antigua fuente de los Caños del Peral, el acueducto de Amaniel y la alcantarilla de Arenal.
Con 34 metros de longitud y tres y medio de altura, la fuente abastecía a esta zona de Madrid desde el siglo XIV. Los Caños del Peral vertían el agua de un manantial situado bajo la actual plaza de Isabel II y la fuente recogía el agua procedente del arroyo del Arenal. Parece que el nombre de la fuente se debe a uno de los numerosos árboles frutales que crecían en el lugar.
Además se podrá observar un arco del acueducto de Amaniel, que proveía de agua al palacio Real procedente de su manadero en la Dehesa de la Villa. Y también un ancho tramo de la alcantarilla del Arenal, en piedra caliza, que encauzaba las aguas de este acaudalado torrente urbano que se despeñaba luego hacia el Campo del Moro.
Paneles informativos y tres vídeos que se pueden visionar desde un pequeño anfiteatro detallan la procedencia de los restos arqueológicos y la historia del complejo. En la superficie de la plaza se ha instalado una reproducción en granito de uno de los caños que simulará cómo era ese surtidor.