La alcaldesa se niega a comparecer, y veta a la responsable de la investigación municipal
Prohíbe también que hablen responsables de otras Administraciones y funcionarios
Solo participarán políticos del PP cuyo cargo depende de la alcaldesa
Las empresas implicadas no responden a la citación del Ayuntamiento
Lleva varios días Ana Botella (Partido Popular) repitiendo que no tiene miedo a la verdad. Esta mañana, su vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, ha llegado a decir que "esclarecer los hechos es una obligación moral". Y mientras, al mismo tiempo pero en otra sala, reunido con la oposición, el concejal de Economía, Enrique Núñez, amordazaba y hería de muerte la comisión de investigación que la propia Botella había publicitado como su compromiso con la verdad y con las víctimas del caso Madrid Arena.
Según Villanueva, gracias a esta comisión se conocerá lo sucedido en la fiesta de la noche de Ánimas en la que murieron cuatro jóvenes en el pabellón municipal Madrid Arena. Y a partir de sus conclusiones "se asumirán responsabilidades políticas" y "se tomarán las medidas necesarias para que una tragedia así no se repita". No podrá ser: el Partido Popular, que pese a que la alcaldesa dice "no tener miedo a la verdad" se aseguró una mayoría de control y la presidencia de la comisión, y ha vetado hoy la comparecencia de la propia Botella; y de la concejal de Hacienda, Concepción Dancausa, responsable de la investigación interna y presidenta ahora de la empresa municipal que gestiona el pabellón.
Pero no sólo. También ha vetado la comparecencia de todos los cargos políticos de otras Administraciones, entre ellos, el consejero regional Salvador Victoria, responsable de la Ley de Espectáculos bajo la que se celebró la fiesta y que el Ayuntamiento tachó de imperfecta; la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, que ha cuestionado la veracidad de la información aportada por Botella a la causa judicial; y el jefe de la Policía Nacional en Madrid, Alfonso José Fernández Díez, que destacó a 40 agentes esa noche para evitar problemas de orden público en el exterior del recinto.
Pero no sólo: además, hoy ha vetado la comparecencia de todos los funcionarios municipales convocados por la oposición por tener, en principio, información relevante sobre la tragedia. El Partido Popular solo ha hecho dos excepciones: el jefe de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo, y uno de los médicos que formaban parte del equipo contratado por los organizadores Carlos Viñals, que es funcionario.
¿Quién comparecerá entonces? Pues políticos del Partido Popular en el Gobierno municipal, todos de la cuerda de Botella y cuyo cargo depende directamente de esta. Y poco más, porque el Ayuntamiento había convocado además a los responsables de las empresas implicadas (Seguriber, Kontrol 34 y Dato) pero solo ha obtenido respuesta de la primera, encargada de la vigilancia del recinto y con contrato vigente con el propio Ayuntamiento, que ha declinado en principio comparecer hasta haberlo hecho ante el juez.
Así las cosas, ni siquiera está claro que la comisión vaya a echar a andar en su periodo de comparecencias este lunes, como se había anunciado hace tres días. Y desde luego parece difícil que vaya a emerger de ella cualquier otra verdad que no sea la de Ana Botella.
En opinión del líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky, que fue quien exigió esta comisión, y de los portavoces de Unión Progreso y Democracia, David Ortega (que respaldó la necesidad de convocarla), y de Izquierda Unida, Ángel Lara (que votó también a favor), la actitud de Botella demuestra que “no está a favor de la transparencia”, como promete, sino que tiene “pánico” a la verdad y se dedica a “ocultarla”. Lissavetzky exigió ayer su dimisión.
"¿Tienen miedo a lo que digan los funcionarios? ¿No les da vergüenza la imagen que están dado al pueblo de Madrid?", se ha pregunta Lissavetzky ante este acto de "censura". "De más de 100 comparecencias solicitadas por los grupos municipales, sólo aceptan unas 15 y todas ellas de cargos políticos. El PP no quiere que los ciudadanos se enteren por medio de los técnicos de lo que ha ocurrido. Es una tomadura a los ciudadanos y una falta de confianza en los trabajadores municipales, a los que ponen la mordaza", ha añadido.
"Ana Botella nos dijo que no tenía miedo a la verdad, sin embargo lo que ha demostrado el PP en la Junta de Portavoces es pavor a que hablen los funcionarios municipales. Esto, junto al veto a Cristina Cifuentes, Salvador Victoria, Concepción Dancausa y a la propia alcaldesa, nos parece una falta de respeto a los madrileños", ha apostillado David Ortega (UPyD).
No hay comentarios:
Publicar un comentario