La amenaza de cierre del Hospital de La Princesa ha provocado la indignación de sus trabajadores y usuarios. Desde que de forma sorpresiva se anunciara el miércoles la transformación del hospital en un centro superespecializado en personas mayores de 75 años, con el cierre de urgencias, desaparición de servicios enteros y fin de docencia que conlleva, se han sucedido las protestas.
Los trabajadores, unidos contra el cierre, han convocado
- Concentraciones diarias a las 11 y a las 18 en las puertas del hospital
- Encierro indefinido
Reproducimos una carta abierta de uno de los médicos del hospital:
Estimado/a Sr/aEn las últimas horas la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha anunciado sus planes de modificación de diversos aspectos en la sanidad pública madrileña, entre los cuales se encuentra la transformación del Hospital Universitario de la Princesa en un hospital “superespecializado en ancianos” que atenderá “personas de más de 75 años” y no recibirá urgencias ni pacientes desde Atención Primaria.
Además del estupor e incredulidad producido en la comunidad médica, científica y en la población madrileña, por las razones esgrimidas para una transformación de tal calibre, una cantidad ingente de servicios y unidades de alta especialización dejarán de existir en nuestro Centro a raíz del mencionado anuncio. Entre las anteriores se encuentra la Unidad de Atención a Adultos con Síndrome de Down, de la cual soy responsable, y donde se han atendido hasta la actualidad, en un modelo único en nuestro país, a más de 500 personas, sabiendo que aún existen otras 3000 personas adultas con Síndrome de Down en la Comunidad de Madrid que tenían nuestras puertas abiertas para ellos.
Si a la ausencia total de apoyo alguno que la Unidad ha tenido por parte de la Autoridad Sanitaria hasta el presente, manteniéndose exclusivamente por la labor altruista de sus miembros mucho más allá de sus capacidades, se une ahora la desaparición del Hospital Universitario de la Princesa como centro terciario de alta especialización, como venía siendo hasta ahora, se imposibilita de forma real su supervivencia, pues su filosofía descansa en la inserción dentro de un hospital de aquellas características, añadiéndose el hecho de que desgraciadamente las personas con síndrome de Down aún no alcanzan los 75 años de vida en términos generales.
Por tanto, si no hay rectificación de los planes anunciados, la Unidad de Atención a Adultos con Síndrome de Down del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de la Princesa dejará de existir y funcionar en las próximas semanas o meses, y nuestra asistencia y experiencia quedará malgastada sin remedio.
Sirva esta carta para manifestar mi indignación y mi profunda tristeza y amargura por que los colectivos con Síndrome de Down tengan de nuevo que deshacer el camino andado en pos de sus derechos como ciudadanos y queden de nuevo al azar de iniciativas que partiendo exclusivamente del altruismo dependan sólo de la fortuna para superar definidamente algún nuevo peldaño en su escalera de conquistas. Desgraciadamente nuestra Unidad está a punto de no poder ser un ejemplo de ello.
Apelo a su capacidad de luchar por las causas nobles y los derechos de los colectivos frágiles y en riesgo para que, si lo considera oportuno, interceda ante las Autoridades correspondientes para que los planes anunciados no se lleven a efecto.
Le ruego que considere informar a los usuarios o miembros de su organización de todo lo anterior, al menos en igual forma en la que se hizo con ocasión de la apertura y puesta en funcionamiento de la Unidad o a raíz de los reconocimientos conseguidos por la misma.
Afectuosamente,
Dr Fernando Moldenhauer
Unidad de Atención a Adultos con Síndrome de Down
Servicio de Medicina Interna
Hospital Universitario de la Princesa
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