El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el PP desde hace 24 años, tiene tres grandes empresas municipales, que gestionan los autobuses urbanos (EMT), la vivienda pública (EMVS) y el alquiler de edificios (Madridec). Las dos últimas están prácticamente en quiebra y liquidación.
En el caso de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), tal y como adelantó EL PAÍS a partir de documentos internos, el propio Ayuntamiento admite que su gestión ha respondido durante años a intereses políticos. El anterior alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, la usó como palanca financiera, y ahora arrastra una deuda desproporcionada, apenas tiene ingresos y sus activos clave (Caja Mágica, Madrid Arena) están en venta.
La Empresa Municipal de la Vivienda (EMVS) “no es operativamente viable”, según una auditoría confidencial de PricewaterhouseCoopers a la que ha tenido acceso EL PAÍS. “El negocio es deficitario, con un volumen significativo de pagos no corrientes inasumibles. El endeudamiento bancario no es sostenible y la compañía, solvente, tiene problemas severos de liquidez inmediata”.
La auditora conmina al Ayuntamiento a deshacerse de inmediato de sus pisos de alquiler para lograr liquidez, lo que contradice la promesa de la alcaldesa, Ana Botella, de centrar la labor social de la EMVS precisamente en el arrendamiento, una vez decidido en otoño que no construiría más vivienda protegida. Parte de los pisos de los que planea deshacerse están ocupados, y muchos son además de protección oficial.
Una deuda insostenible pese a las subvenciones. La auditoría confidencial reseña “el excesivo endeudamiento” de la EMVS “en relación con su actividad”. Debe 630 millones a los bancos, cinco veces y media su cifra de negocios. De ellos, 368 millones vencen este año o el siguiente. La propia empresa reconoce que “las directrices del Ayuntamiento en cuanto a la refinanciación de su deuda”, es decir, la negativa de Botella a hacerlo, “limitan significativamente la posibilidad de establecer un proceso ordenado de reestructuración”. Todo ello conduce a una situación “insostenible”. El déficit de tesorería acumulado entre 2013 y 2014 sumará 451 millones. Y todo ello, pese a “la importante dependencia de subvenciones” del Ayuntamiento (suponen el 60% de los cobros en 2013).
La EMVS apuesta por la dación en pago. El plan de acción que la empresa municipal propone al Ayuntamiento para solucionar su losa pasa por refinanciar o aplazar parte de la deuda, en contra del criterio de Botella; renegociar con los bancos los intereses; e incluso hacer daciones en pago. Esta última opción permitiría, tras una “complicada” negociación con los bancos, reducir en hasta 344 millones la deuda. Además, la EMVS se plantea colocar al Ayuntamiento su cartera de suelo hipotecado, que asciende a 243 millones de euros, para que sea éste quien se encargue de solventar el problema. El 40% de la deuda de la EMVS es con Bankia.
Venta inmediata de 1.860 pisos de alquiler público. La empresa “no es viable”, acumulará un déficit operativo de 58 millones entre 2013 y 2014, y tiene “un importante volumen de activos no realizables a corto plazo”. O lo que es lo mismo: cuenta con 1.265 pisos en obras que no puede terminar porque carece de dinero o financiación. Para obtener dinero, planea vender su producto “más líquido”, es decir, 1.860 pisos de alquiler ya construidos, eso sí, con “descuentos muy relevantes”, del 17% al 22% de su valor.
Colocar viviendas protegidas y con inquilino. La EMVS tiene 6.152 inmuebles de alquiler, de los que 5.778 están terminados y otros 374 se acabarán este año. Su valor asciende a 333 millones. En 2012, la empresa ingresó 13,5 millones por arrendamientos. El plan de acciónpasa por vender a “inversores financieros” 1.860 de esas viviendas; las ofertas ascienden a 115 millones. Parte se colocaría con inquilino dentro, puesto que la cifra de viviendas vacías, 1.108, es inferior a la de las que se busca colocar. Parte de ellas, además, serían viviendas de protección oficial, pues tampoco hay viviendas libres suficientes (1.608).
Venderlo todo y no construir al menos hasta 2017. Con este plan de acción, la EMVS podría obtener de los bancos 44 millones para acabar de aquí a 2017 las obras en curso. Ese es el periodo que se da, además, para vender todos sus pisos, cancelando la deuda a medida que los vaya escriturando. En 2017 se habría deshecho así de las 6.152 viviendas de alquiler y 2.450 viviendas en venta, con una rebaja del 9% al 13% de su valor. “No se considera el inicio de nuevas promociones” en ese periodo. No se prevé comprar más suelo, pero tampoco vender el que ya se tiene, que se construiría para colocarlo edificado.
“De momento, sólo hay interesados”
La EMVS firmó en octubre la venta por 21 millones a Renta Corporación de cinco bloques del distrito Centro ocupados por 117 familias. La presión social, liderada a nivel municipal por Izquierda Unida, y la mala situación económica de la inmobiliaria, frustraron la operación. Pero “la intranquilidad” persiste entre estas familias y el resto de ocupantes de pisos municipales.
Preguntado por el edil de UPyD Mariano Palacios sobre nuevas operaciones de venta, el consejero delegado de la EMVS, Fermín Oslé, respondió el 17 de abril: “Evidentemente, hay interés por determinadas empresas, se han dirigido a la EMVS para valorar y estudiar el patrimonio de la empresa municipal, pero de momento no hay ninguna operación”. El edil de UPyD replicó: “No están previstas pues operaciones de enajenación”. Y Oslé puntualizó: “Yo le he dicho que en este momento no hay ninguna operación. Evidentemente, le he dicho que hay empresas que han mostrado interés por el patrimonio de la EMVS y, por tanto, de momento, es solo interés”.
Lissavetzky plantea implicar a los bancos
Lissavetzky plantea implicar a los bancos
- El líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky, apuesta por transformar la EMVS en una agencia de vivienda municipal.
- Puesto que la deuda de la EMVS (630 millones) ya aparece consolidada en el total municipal (7.430 millones), Lissavetzky propone trasladar al Ayuntamiento sus activos. Así se eludiría la obligación de lograr beneficios en una empresa municipal con una importante labor social.
- El líder socialista insta a colocar las viviendas en venta de forma inmediata a las 13.000 familias en espera. En caso de no hallar comprador, pasarían a alquiler social.
- Propone “ponerse a trabajar” con los bancos que han recibido ayudas públicas para nutrir la bolsa municipal de alquiler con sus pisos vacíos. El Ayuntamiento ofrecería a los bancos un seguro de impago. Además, les perdonaría el IBI de esos pisos.
- Sobre la enorme bolsa de suelo municipal (casi un millón de metros cuadrados edificables), Lissavetzky apuesta por ceder parte a promotores para que levanten pisos, a cambio de que parte se sume a la bolsa municipal.
- También podría cederse suelo gratis a fundaciones para hacer vivienda social. Se les perdonaría el IBI y el impuesto de construcción
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